Celebración patriótica
Muchos ciudadanos aprovechan los feriados del 28 y 29 de julio decretados por el gobierno para viajar o descansar en familia y reflexionar sobre la histórica proclamación de la Independencia del Perú.
También para rendir homenaje a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú, instituciones de importancia significativa para la soberanía nacional.
Todo empieza el 28 muy temprano con la tradicional Misa de Te Deum ofrecida por el Arzobispo en la Catedral de Lima, a donde acuden las principales personalidades de la política peruana, entre ellos el mandatario. Luego, los peruanos se congregan frente a sus televisores para escuchar el Mensaje a la Nación pronunciado por el presidente, en el que rinde cuentas a la nación sobre los avances en su gobierno y los desafíos futuros del país.
Al día siguiente, el 29, la avenida Brasil se tiñe de rojo y blanco con la Parada Militar de Fiestas Patrias. Miles de asistentes se congregan en sus alrededores para ver desfilar a los miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, con el Ejército del Perú, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea, así como la Cruz Roja y el Cuerpo General de Bomberos, entre la algarabía y los aplausos de la multitud.
Dos días para conmemorar, además, la cultura milenaria y la biodiversidad envidiable que tiene el Perú. Para sentirnos orgullosos de nuestra música, gastronomía y costumbres. Para recordar que, desde el litoral del Pacífico hasta la extensa Amazonía, somos una patria libre. Seámoslo siempre.