El miércoles, más de 100 manifestantes se reunieron alrededor de la mansión del gobernador de Puerto Rico en un nuevo intento de expulsar al gobernador Ricardo Rosselló, mientras que su portavoz subrayó que no renunció, pero dijo poco más acerca de si planeaba permanecer en el cargo o irse.
En respuesta a los informes de los medios locales de que Rosselló estaba a punto de abandonar Puerto Rico, el secretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira, dijo que el gobernador “no ha renunciado y permanece en Puerto Rico”. Como dijo ayer, está reflexionando y escuchando a la gente”.
Maceira dijo que algunos medios de comunicación habían publicado “rumores incorrectos” y que “cualquier decisión que se tome se comunicará oficialmente, como siempre”.
Cientos de miles de puertorriqueños han sido indignados por charlas en línea filtradas y llenas de obscenidades entre Rosselló y sus asesores, y han protestado durante casi dos semanas exigiendo su renuncia.
“Espero que las cosas cambien pronto”, dijo Tanyanette Ortiz, de 27 años, de la ciudad oriental de Juncos. “La gente ya se ha dado cuenta de que suceden grandes cosas si realmente nos unimos”.
Los participantes en el chat hablaron sobre política y contratos gubernamentales y también insultaron a las mujeres y se burlaron de los electores, incluidas las víctimas del huracán María. Rosselló llamó a una mujer política “puta”, se refirió a otra como “hija de puta” y se burló de un hombre obeso con el que posaba en una foto.
El martes, los funcionarios anunciaron que un juez de Puerto Rico había emitido órdenes de registro para los teléfonos celulares de los funcionarios del gobierno involucrados en el chat como parte de una investigación en curso. Una de las órdenes de registro indica que los funcionarios utilizaron el chat para transmitir información oficial y confidencial a ciudadanos privados en posible violación de las leyes de ética.
Más de una docena de funcionarios del gobierno han renunciado desde que se filtró el chat a principios de este mes, entre ellos el confidente de Rosselló y el jefe de personal Ricardo Llerandi, el ex secretario de Estado Luis Rivera Marín y el ex director financiero Christian Sobrino, quien también ocupó otros cinco cargos.
Un informe emitido el miércoles por un comité especial encargado de investigar si los legisladores podrían proceder con un proceso de juicio político contra Rosselló recomendó que la Cámara de Representantes de Puerto Rico lo hiciera. No está claro si hay suficientes votos para hacerlo.
La hermana de Ortiz, Kerianette, de 17 años, dijo que estaba orgullosa de la situación por la que estaba pasando Puerto Rico.
“Los partidos políticos no importan, no hay colores”, dijo. “Este era un pueblo que se unía, y así es como debería ser tener el futuro que todos merecemos”.